viernes, 15 de junio de 2018

LESIONES EN LOS PIES

LESIONES EN LOS PIES 

Cada uno de sus pies tiene 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, músculos y ligamentos. Es por eso que pueden suceder muchos problemas de salud. Estos son algunos problemas comunes: Juanetes: masa dura y dolorosa en la articulación del dedo gordo del pie. Callos y durezas: piel engrosada por la fricción o la presión. Verrugas plantares: verrugas en la planta del pie. Caída del arco: también conocido como pie plano El uso de zapatos inadecuados suele causar estos problemas. La edad y el sobrepeso también aumentan las posibilidades de tener problemas en los pies

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viernes, 8 de junio de 2018

BUENA POSTURA

 

Más allá de los dolores de espalda o de cabeza que nos puede reportar, una mala postura puede acarrear problemas más graves y duraderos, como por ejemplo fatiga crónica, hernias discales y mala alineación corporal. Un problema muy típico, sobre todo en mujeres, es la mala alineación de la cadera, ya que en posición de reposo tendemos a cargar todo nuestro peso corporal únicamente sobre una de las piernas. Esta desalineación se acentúa debido a otros factores externos, por ejemplo, el uso de tacones altos. Las causas de una mala postura son muchas y variadas, pero más importante es que todas tienen solución: el sobrepeso, el poco tono muscular o la posición incorrecta frente a una pantalla son todos problemas que podemos solventar a través de la toma de consciencia de nuestro cuerpo. A estas causas de una mala postura añadiría otra que está tomando fuerza en los últimos años: la desalineación del cuerpo, sobre todo en la zona de la columna dorsal y cervical, debido al uso de móviles y tabletas. Nadie cuando está mandando mensajes por el móvil se coloca el aparato a la altura de los ojos, sino que agachamos la cabeza mientras lo sostenemos en el regazo. He visto numerosos casos de personas que vienen a Pilates con dolor cervical y cuando les propongo esta causa se quedan alucinados. ¿Cómo mantener una buena postura en cualquier situación? No sólo debemos fijarnos en nuestra postura cuando hacemos ejercicio, sino que debemos ser conscientes de nuestro propio cuerpo en cualquier momento y lugar. Esperar de pie en la cola del supermercado, o hacer tiempo sentados mientras viene el metro también son ocasiones en las que debemos cuidar nuestra postura. La infografía nos da los puntos clave a tener en cuenta para mantener una buena postura mientras estamos de pie, sentados, caminando, corriendo y durmiendo. Repasemos los datos más importantes: Si estamos sentados: espalda recta, hombros atrás y abajo, y plantas de los pies apoyadas en el suelo. Recuerda que cruzar las piernas puede entorpecer la circulación y hacernos padecer de piernas hinchadas o cansadas. Si estamos de pie: pecho arriba y abdomen activado, ya que los músculos abdominales son los que nos ayudan a estabilizarnos. Rodillas un poco flexionadas, y peso del cuerpo repartido entre las dos piernas. Al caminar: mantener la cabeza arriba y el cuello erguido, y evitar mirar al suelo, ya que puede provocarnos dolor cervical. Asegúrate de pisar correctamente: primero con el talón del pie, para pasar luego hacia la punta. Al correr: los codos deben ir doblados en ángulo recto para que el movimiento de los brazos acompañe al de las piernas. Debemos pisar con la parte media del pie (nunca recibir el impacto con el talón) para pasar hacia los dedos. Al dormir: la postura más correcta para dormir es de lado y con las piernas encogidas, ya que es la que mantiene nuestra columna alineada de la forma más correcta. Dormir sobre un buen colchón, y renovarlo cuando sea necesario, es vital para conseguir un descanso de calidad.

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LA DISFUNCIÓN TIROIDEALA

 
Para que nuestro organismo funcione correctamente es muy importante tener las concentraciones adecuadas de hormonas T3 y T4. Cuando éstas no son las adecuados hablamos de que existe una disfunción tiroidea. Si la glándula tiroides es hipoactiva, no produce suficientes cantidades de hormonas tiroideas y los procesos metabólicos son más lentos por lo que el cuerpo se ralentiza y se dice que existe hipotiroidismo. El hipotiroidismo es la enfermedad más frecuente de la glándula tiroides. Los síntomas más frecuentes son: debilidad, calambres musculares, cansancio, somnolencia, retraso psicomotor, disminución de la memoria, concentración deficiente, olvidos, malhumor, irritabilidad, sordera, depresión, aumento de peso por retención de líquidos, infertilidad, estreñimiento, disfonía, nerviosismo, alteraciones en los ciclos menstruales, periodos abundantes, disminución de la frecuencia del latido cardíaco, intolerancia al frío, piel fría, seca, áspera y rugosa, frecuentemente con aparición de un color amarillento debido a la acumulación de carotenos, cabellos secos, caída del cabello, hinchazón de los párpados y cara, ronquera y tos o faringitis persistentes. Si, por el contrario, se tiene demasiada hormona tiroidea en la sangre, el cuerpo trabaja más rápidamente. Estaríamos ante un caso de hipertiroidismo. Los síntomas más frecuentes de hipertiroidismo son: nerviosismo, debilidad, aumento de la sudoración, intolerancia al calor, palpitaciones, insomnio, pérdida de peso, puede presentar diarreas, temblor de manos, fatiga, sudoración excesiva, molestias oculares, ansiedad, en mujeres menstruaciones escasas o ausentes (amenorrea). También pueden aparecer manifestaciones cutáneas y oculares. Por último, se habla de eutiroidismo, cuando la glándula tiroides funciona con normalidad, lo que se traduce en que existe la cantidad adecuada de hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo. Es frecuente que la disfunción de la tiroides pase desapercibida en muchos pacientes durante un largo periodo debido a que los síntomas no indican un diagnóstico claro. Un periodo de depresión, el embarazo y la menopausia pueden enmascarar los signos de dicha disfunción. Por lo tanto, si experimentas alguno de estos síntomas, tanto de hipertiroidismo o hipotiroidismo, pide a tu médico que te realice una prueba de sangre. Una analítica será suficiente para determinar la concentración de hormona TSH estimulante de la tiroides que, a su vez, puede indicar cualquier disfunción potencial

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