Afrodita, la diosa griega del amor evoca erotismo, sensualidad y placer. De ahí que las sustancias que evocan sus cualidades son nombradas como afrodisíacos. Aunque también cuenta la leyenda, que los llamaron así por sus formas similares a los genitales, pezones y otras zonas erógenas. Mito o realidad, la verdad es que existen los afrodisíacos y se usan para estimular el apetito sexual. Es que tienen compuestos bioquímicos, grupos vitamínicos que ayudan biológicamente a tener una mejor vida sexual y a la vez, sus sabores y texturas despiertan los sentidos. Son verdaderos manjares para el paladar y pócimas exóticas que seducen y proclaman una noche de pasión. Sin embargo, no es necesario hacer magia, pociones ni un plato especial para poder gozar de sus atributos nutricionalmente sexy. Sino que más bien, lo importante es incluirlos en la dieta diaria. Algo así como para estar siempre preparados para la hora del amor. Son deliciosos y poderosos y juntos conforman la dieta del placer. Las cantidades son variables. “Sería muy difícil precisar, pero por poner algunos ejemplos en los alimentos de más marcada función afrodisíaca, bastarían media docena de ostiones, 10 frutillas, o un plato normal de garbanzos para producir ya un efecto notable”, explica Guillermo Rodríguez, doctor español en farmacia y nutrición, (En ese sentido, recomienda que se usen en forma diaria para hacer crónicos sus efectos, ya que no sería necesario tomar una gran cantidad en una sola oportunidad para conseguirlos. El especialista internacional anima, a incorporar el ginseng y la nuez moscada como especies principales en las comidas y postres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario