La dislipemia o colesterol alto es la alteración en los niveles de lípidos (grasas) en sangre, fundamentalmente colesterol y triglicéridos. Combinado con otros factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión arterial o la diabetes, el colesterol elevado aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o cerebral.
¿Cuáles son las causas?
Principalmente vinculadas al estilo de vida, como el sedentarismo, el sobrepeso, la alimentación rica en grasas o el consumo excesivo de alcohol. También se puede presentar por otros problemas de salud como diabetes, enfermedad renal, problemas tiroideos o por el consumo de algunos medicamentos.
¿Qué produce?
El exceso de colesterol en sangre produce la acumulación del mismo dentro de las arterias, fenómeno que se conoce con el nombre de placa. Esto hace que las arterias disminuyan su calibre y se endurezcan, comprometiendo la llegada de oxígeno y nutrientes al órgano al cual irrigan (corazón, cerebro, miembros inferiores)
Detección y tratamiento
Para conocer los niveles de colesterol se debe realizar un análisis de sangre. El tratamiento consiste en comer saludablemente y realizar actividad física en forma regular. Si bien existen medicamentos para disminuirlo, su utilización dependerá de la sumatoria de factores que aumenten el riesgo cardiovascular global.
Claves para prevenirlo
- Distribuir los alimentos en 4 comidas principales y 2 colaciones.
- Moderar el tamaño de las porciones.
- Reducir el consumo de alimentos que contengan grasas saturadas, azúcar y sal.
- Consumir por día 2 frutas y 3 porciones de verduras de todo tipo y color.
- Incorporar legumbres, cereales integrales, semillas y frutas secas.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física.
- Control médico.
Importante: No hay un valor de colesterol considerado como normal, ya que depende del riesgo cardiovascular global de cada persona.
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