jueves, 21 de septiembre de 2017
TENDINITIS ROTULIANA
La tendinitis rotuliana, conocida también como el síndrome de la rodilla del saltador, es una de las lesiones de rodilla más comunes entre los deportistas.
Afecta directamente al tendón rotuliano, que es una parte fundamental para conseguir que la rodilla se mueva correctamente, por lo que cuando está dañado o sufre cualquier tipo de problema, es como si de alguna manera la rodilla perdiera su soporte y se mostrase mucho más rígida.
La principal causa por la que aparece la tendinitis es porque se producen una serie de microtraumatismos con demasiada frecuencia. Para hacernos una idea, una sensación similar a la que sientes al saltar de forma repetitiva.
Aquí, la utilización de un calzado inadecuado puede ser uno de los principales desencadenantes.
SÍNTOMAS
Cuando se sufre tendinitis rotuliana es normal que cueste mucho más conseguir estirar y alargar la pierna, por lo que puede resultar realmente molesto durante el día a día, ya sea al agacharse, al saltar, subir escaleras, etc.
Pero la rigidez no es el único síntoma que aparece con la tendinitis de la rótula, ya que los fuertes dolores en la parte trasera de la rodilla también son habituales, así como en el cuádriceps. La sensación de debilidad puede resultar realmente molesta, provocando problemas de equilibrio y un fuerte inflamación en la parte baja de la rodilla.
TRATAMIENTOS
Existen varios grados para diagnosticar una tendinitis de rótula, pudiendo ir desde el 1 en los problemas más leves y llegar hasta el 5 en los más graves. Y es que la tendinitis puede provocarte molestias al realizar ejercicio, y en el peor de los casos puede hacer que te resulte totalmente imposible llevar a cabo la actividad. De modo que los tratamientos a seguir dependerán principalmente del grado de lesión.
En el caso de las lesiones leves lo más habitual es reducir el nivel de ejercicio físico, y aplicar hielo regularmente para aliviar los dolores y reducir la hinchazón, así como ingerir medicamentos antiinflamatorios. Acudir al fisioterapeuta también te puede resultar de gran ayuda.
Si en cambio la lesión es de gravedad es posible que incluso sea necesario intervenir quirúrgicamente, con el objetivo de devolver el mejor funcionamiento.
En estos casos la intervención es muy sencilla, ya que únicamente se centra en realizar una serie de pequeños cortes en cada uno de los laterales del tendón para así conseguir aliviar la zona afectada.
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